viernes, 28 de noviembre de 2008

El amor es...


Amor…esta es una palabra muy utilizada sin embargo no siempre se entiende el significado real y profundo que tiene. Muchos fueron los que intentaron, a través del tiempo, definirla de innumerables maneras. Pero ¿Que nos dice la Biblia sobre el antiguo tema del amor?

“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.” (1 Juan 4:7-12)

Que preciosa y profunda revelación ¡Dios es amor!

El amor no es emoción, pasión o sentimentalismo, es mucho más que todo eso. Pablo describe vividamente lo que es el amor:

“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” (1 Corintios 13)

Este amor supremo e inigualable requiere de nosotros compromiso. Si consideramos la siguiente cita bíblica podemos notar tras acciones a seguir con relación al amor:

“Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.” (1 Juan 4:16)

Primero debemos conocer el amor de Dios manifestado en la persona de su Hijo Jesucristo, luego debemos creer en que somos objeto de ese amor ya que el dio su vida por nosotros; y por ultimo debemos permanecer en su amor.

El Apóstol Juan podía dar fe de que junto con los otros discípulos habían conocido, creído y permanecido en el amor de Dios ¿Puedes tú decir lo mismo? ¿Has conocido y experimentado el amor de Dios en tu vida?

Si tu respuesta es no, quiero invitarte a que creas en Jesucristo como el Hijo de Dios hecho hombre, que lo recibas en tu corazón y que busques un lugar donde compartir tu nueva fe con otras personas para que te ayuden a permanecer en el amor de Dios. Bendiciones!!



No hay comentarios: