jueves, 20 de noviembre de 2008


Tiempos de descanso

No hay nada mejor que un momento de calma y descanso después de toda la tensión de un día agitado. Claro está que todos necesitamos ese momento de hacer un alto para reponer las fuerzas, sobre todo al acercarnos a esta altura del año.

Por fin vamos a poder tomarnos las vacaciones, y nada ni nadie impedirá que el “sueño dorado” del merecido descanso se haga realidad. Por supuesto, hemos tomado todos los recaudos necesarios, ya que todo el año fuimos guardando algunos pesitos para afrontar los gastos que ocasionará nuestro viaje a ese “hermoso lugar”, que elegimos después de varios recortes al “presupuesto”. Y de última, si vemos que la plata no alcanza, dejaremos algunas “cuentitas” para pagar a la vuelta.
Sin embargo y pese a todos los esfuerzos realizados, son pocos los que pueden lograr encontrar el descanso anhelado. Lo que sucede es que, aunque nos cueste reconocerlo, la tranquilidad que necesitamos no está en una lejana e inalcanzable isla del caribe, sino que está en una persona llamada “Jesucristo”.

“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.” (Mateo 11:28) NVI

El descanso llega cuando cambiamos de actitud con relación a Dios.

Tratar de vivir de espaldas a Dios, se llama “pecado” y a medida que transcurre el tiempo, se transforma en una tremenda carga espiritual cada vez más difícil de soportar.

“Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor” (Hechos 3:19) NVI

Volvernos a Dios arrepentidos, es la única manera en la que vamos a obtener lo que tanto anhela nuestra alma. Bendiciones!!

1 comentario:

YeYi dijo...

me lei esto


almorze y me tire una siesta


abrazo leo